La aventura comienza en nuestro embarcadero en el Puerto de Rawson, desde donde zarpamos y recorremos el último tramo del río Chubut hasta su desembocadura.
Nos acercamos a un pequeño apostadero de lobos marinos y, en las márgenes del rio, podemos avistar distintas especies de aves marinas.

Al salir del puerto llegamos a mar abierto, donde nos espera un encuentro inolvidable con este maravilloso cetáceo, que no solo es uno de los delfines marinos más pequeños del mundo, sino también una especie endémica de la Patagonia.

Los delfines patagónicos son sociables, activos y su despliegue de acrobacias aéreas y saltos fuera del agua los convierte en una de las mejores especies para avistar. Algo importante para tener en cuenta es que estamos avistando delfines en libertad en su hábitat natural por lo que no siempre muestran los mismos comportamientos. Eso convierte a cada salida en un viaje único e irrepetible.